DÍAS DE SANGRE Y FUEGO (The Fallen) – 2.004

Director: Ari Taub

Italia, otoño de 1.944. Los alemanes ayudados por el ejército italiano tratan de frenar el avance de los Aliados en su última línea de defensa, la línea Gótica. Los partisanos italianos los hostigan constantemente mientras los soldados fascistas evitan enfrentarse con ellos y únicamente quieren luchar contra los Aliados. Una escuadra norteamericana de Intendencia es enviada a llevar municiones al frente teniendo un encuentro con los soldados italianos e incorporándose, más tarde, al ataque de los norteamericanos.

Se trata de una película un tanto extraña rodada en clave de semicomedia. La trama argumental es poco consistente ya que al principio parece que va a relatar los distintos posicionamientos de los italianos, unos apoyando a las tropas invasoras alemanas y otros conformando un movimiento de Resistencia del que pocas veces se ha ocupado el cine. Pero tras las dos primeras escenas que son prometedoras, cae en picado situándonos en un Limbo donde no se cuenta nada. Aparece una escuadra de intendentes norteamericanos algo torpes y poco profesionales; un mafioso italiano de poca monta que tiene mala suerte; los soldados italianos que, de mala gana, soportan a los alemanes pero que se ven obligados a luchar a su lado; la Resistencia italiana que presentimos durante toda la película pero que apenas vemos; los soldados alemanes abrumados por su situación de constante hostigamiento por parte de la Resistencia y de los Aliados. En fin, una serie de historias mal contadas y sin profundidad narrativa alguna, que además se hacen confluir forzadamente.

Todos los personajes son superficiales y no hay protagonistas claros; estamos ante una película donde únicamente salen secundarios y éstos con papeles muy cortos e insustanciales. No interviene ningún actor conocido, lo que tampoco ayuda a mejorar la calidad de la cinta. Todo ello sin entrar a valorar los diálogos que perfectamente podrían haberse ahorrado y haber hecho una película muda.

El toque humorístico que trata de impregnar una buena parte de las escenas no logra arrancar al espectador ni siquiera un esbozo de sonrisa; quizá la secuencia de la “minga” sea la única que se salve. Pero este mismo aire de semicomedia que lo empapa todo es el que impide que los momentos dramáticos no lo sean en absoluto. Podemos estar viendo al cabo italiano mutilado y moribundo sin que se nos logre transmitir una ligera sensación de angustia ni dolor. La música tampoco consigue empujarnos hacia el drama ni hacia la comedia de una forma clara, dejándonos durante toda la película en ese Limbo que mencioné más arriba en que no sabemos si reírnos o llorar.

Lo único que me ha gustado, por decir algo, es que se muestra cómo los soldados italianos son despreciados por los alemanes que se creen superiores. Las dos escenas de las ametralladoras están sólo correctamente ejecutadas mostrándonos unas secuencias de combate, que de haber sido más numerosas podrían haber difuminado la escasa calidad general del filme.

Lo peor, por culminar esta montaña de desatinos, es que algunos personajes, que se nos presentan como que van a tener algo que decir, sencillamente desaparecen, como si la cinta hubiera sido cortada. Y viendo lo que han dejado no quiero ni imaginarme la calidad de lo eliminado. Me refiero al soldado alemán que se viste de civil, se hace pasar por prisionero evadido y desertor británico, y que hace de espía.

La frase. Aparece en el cartel “siempre hay tres versiones en cada historia… la nuestra, la suya y la verdad”. Sinceramente, no veo relación alguna entre este slogan y la película; y tampoco entiendo cómo puede haberse llevado los premios que ha ganado.

En resumidas cuentas, una película que empieza de forma prometedora pero que tras los diez primeros minutos va dando tumbos sin contar nada, con ausencia de ritmo y sin actuaciones decentes. Un bodrio.